domingo, mayo 14, 2006

Intentando: el relato de alguien que se canso

Parece que cierto tipo de mujeres; aquellas fuertes, trabajadoras, independientes, tenemos algunas tendencias a acumular inseguridades debajo de la alfombra. La lista puede ser larga y la dualidad de los sentimientos es desestabilizadora. Una persona cuerda no puede sostener una imagen doble por mucho tiempo sin dudar de su estabilidad. Es mi caso. Diariamente me levanto de la cama para completar mi rutina de trabajo y estudio cuando no quiero hacer ninguna de las dos cosas.
Por empezar el trabajo que tengo me desagrada pero debo hacerlo para mantenerme. En la otra esquina está el estudio que es algo que siempre quise hacer pero por la vida misma ahora siento que no puedo continuarlo. Como tercer punto en mi vida está la recientemente adquirida soltería, a la fuerza obvio, que me tiene a maltraer porque tengo 6 años fuera de la cancha. Apesta. La vida no es una película aunque uno cierre los ojos y se obligue a quedarse en la cama un rato más para perpetuar el momento correcto e ideal que se desvanece al iniciar la rutina.
Mientras estos pensamientos surgen suena de fondo Nina Simone y me repite una y otra vez "Just in time" pero siento que no es justo a tiempo. No soy Celine y Jesse no está caminando a mi lado por las calles de Paris. Por más que le cante una canción a mi Jesse no tendre esa noche de pasión que recordará aquella vieja aventura, porque la aventura nunca existió, porque la noche de pasión fue sólo una ilusión. Vivo a ilusiones. La realidad me devuelve implacable una y otra vez a la rutina, allí donde todos esperan ver mi fuerza, mi decisión, mi monotonía.


1 comentario:

Lisa dijo...

Maryta, tus palabras tienen mucho valor para mí. Hay muchos sentimientos y el significado de esto que escribiste me llega profundo.
¡Gracias!