viernes, junio 06, 2008

¿Yo señor? ¡No señor!


Cada ducha implica un ritual, al menos para mí. Enciendo el estractor de humo y unos segundos después el agua empieza a correr. Al finalizar la primera parte del rito sigue la parte en donde aflora la crisis. Salgo con la piel tirante y roja que parezco un pollo. Apilo sobre el vanitory cremas y afines. Sigo un ritual inalterable: primero me desenredo el pelo, después me pongo la crema de peinado luego sigue el rocio facial, la crema corporal y el desodorante. Todos esos elem entos desaparecen secuencialmente conforme son usados. Vuelven a ocupar su lugar. Nunca creí que iba a necesitar tantas cosas para poder enfrentar un simple -o no tanto- día de oficina ¿YO CRISIS DE LOS 30? ¡NO SEÑOR!