viernes, junio 06, 2008

¿Yo señor? ¡No señor!


Cada ducha implica un ritual, al menos para mí. Enciendo el estractor de humo y unos segundos después el agua empieza a correr. Al finalizar la primera parte del rito sigue la parte en donde aflora la crisis. Salgo con la piel tirante y roja que parezco un pollo. Apilo sobre el vanitory cremas y afines. Sigo un ritual inalterable: primero me desenredo el pelo, después me pongo la crema de peinado luego sigue el rocio facial, la crema corporal y el desodorante. Todos esos elem entos desaparecen secuencialmente conforme son usados. Vuelven a ocupar su lugar. Nunca creí que iba a necesitar tantas cosas para poder enfrentar un simple -o no tanto- día de oficina ¿YO CRISIS DE LOS 30? ¡NO SEÑOR!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Durante el período Tokugawa se prohibió el uso de la espada. Y la clase militar estaba desapareciendo. Los samurais estabamos dejando de existir. Todo aquel arte, que conformaba la vestimenta, ropaje, armadura, aquella perfecta y armoniosa ceremonia antes del combate, sabiendo que cada uno era el último y el siguiente.
De solo pensar que esto ya no formaría parte de mi vida, denotó con los años, en mi, un cambio, un crecimiento y la evolución. Creo Señora que todos una o más veces, sentimos este cambio, esto que nos lleva a preguntarnos y evaluar nuestro camino, camino de guerrero.
Mi Señora, la "crisis" no es más que un paso, uno más en nuestro sendero.
En particular no dejo de practicar con mi espada aquello que me fué enseñado, y cada vez que tengo la oportunidad lo transmito. Esto me ayuda a recordar mi origen. Lo mismo le digo Señora, no deje de practicar aquello que la devuelve a su origen, aunque ya sepa que jamas, volverá a ser parte de su vida.

Mis Respetos.
Sr. Otori Takeo.