miércoles, agosto 06, 2008

Convicción

Suelo tener convicciones muy extrañas y que mejor que dos historias para graficarlo.

Situación 1:
Hace unos días fui al cajero automático decidida a depositar el dinero para que descuenten el valor gastado con mi tarjeta de crédito. 9 am, paso la tarjeta por la ranura en la puerta del cajero, entro y me dirijo al primer cajero libre. Inserto la tarjeta y extrañamente aparecen sólo 3 opciones:

1) pago de cuota
2) adelanto cuota
3) salir

Leo atentamente, refunfuño y decido pasarme al otro cajero que se desocupó justo a tiempo.
Saco la tarjeta y repito la operación. Para mi sorpresa el cajero repite las mismas tres opciones que yo no estaba necesitando. Como el tiempo apremia decido ir por la opción "pago de cuota" y deposito el valor que supuestamente deben debitar + 50 pesos porque no tenía cambio.
Pasan los días y veo on line que no se acredita el valor depositado. Alarmada, un día antes del vencimiento, llamo a la atención telefónica y con un terrible susto por haber perdido mi plata habló con la operadora. Intento mantener la calma y que no se de cuenta que estoy por entrar en pánico. La chica muy amablemente me explica que en el cajero metí la tarjeta de crédito y que la pagué directamente -en ese momento me siento como una pelotuda- mientras me explica que va a pedir un stop debit para que no intenten debitar el valor de mi cuenta bancaria.

:S

Situación 2:
Es martes por la noche y me quedan dos pastillas en el blister. Las miro y siento la urgencia de ir a la farmacia 24hs para comprar el blister siguiente. Llego y muy convencida le digo el nombre. Obviamente no llevé la caja anterior porque recordaba PERFECTAMENTE el nombre ¿Por qué habría de llevarla?... La farmacéutica me alcanza la caja y la pone en un bolso de seguridad. Llego a la caja, la cajera la toma y la pone en una bolsa. Me cobra y mientras estoy pagando noto que no es color violeta como siempre y me digo a mi misma "Seguramente cambiaron el packaging". Llego a casa y voy directo a guardarlas, llego al cajón y veo que compre otra marca.

:(

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema no son tus convicciones, el tema es la confianza que depositas en el criterio de las instituciones bancarias (o, lo que es peor aún, en la escasísima capacidad de diálogo y negociación que suelen demostrar los cajeros automáticos hoy en día) y en los farmacéuticos que, ¿para qué te voy a contar?,... solemos tener tanto criterio como un Banelco, jaja.

Alejandro

Lisa dijo...

Ale!!! Hace mucho que no recibía un comentario tuyo. Jajaja, la verdad es que le diste una nueva perspectiva a mi post... y yo que pensaba que la loca era yooooooooooooo!!!!
:D