martes, agosto 22, 2006

Masacre

Fui, según tus palabras, el amor de tu vida. Soy esa cosa a la que por gusto masacrás, o por desidia. El pecado es haberte amado hasta perderme, sin restricciones. El mayor de los tormentos es seguirte amando. La verdad es la daga, el saber que queres estar con otra, el encontrarme con la realidad de no ser tenida en cuenta, de no ser amada. Me abandonaron, con vos se fueron amigos, ilusiones y muchas cosas más. No entiendo y nunca entenderé como hice para generar todo esto porque merezco tanto dolor ¿Alguien que te amó tanto puede ser destinatario de todo esto?

No hay comentarios.: